A partir de hoy comenzará el ejercicio diario.
De escribir.
De soñar.
Otra vez.
De no sentir que no siento.

A partir de hoy comienzo a practicar antes de que se vuelvan a dormir mis dedos
llenos de tu recuerdo y de tu olvido.

Hoy estoy cansada de perseguir los sueños.
Por eso, mejor no duermo.
* * * *

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