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Estrellarse.

 Novata. Inexperta en el arte de romper barreras caíste, infantil en un juego inmaduro, cobarde. Novata. Cayendo se aprende                                y  se rompe. 
Mensaje en la botella: "Abrazarte y darte ese silencio para continuar cuando estés listo ".
Teresa mueve su cuello, escucha como truena, lleva horas en la misma silla de trabajo y la luz de la pantalla le ilumina el rostro.  El café ya está frío pero lo sigue tomando, tiene un deadline que ya no puede postergar, procastinó toda la semana y el trabajo se acumuló.  Teclea unas cuantas frases, lee, corrige, da formato, la luz de la pantalla ilumina su cansancio, vuelve a mover su cuello, lo estira para ambos lados y lo soba; cierra los ojos y su mano baja por el cuello y se detiene en su pecho, suspira y olvida el deadline.  Se imagina que no es su mano la que recorre su cuello y se posa en su pecho; su respiración se vuelve profunda, sube los hombros, no quiere distraerse pero no deja de pensar en él, en imaginarse que son sus manos las que la tocan, las que recorren su cuello en trayecto a desnudarla.  Se ríe, se siente ridícula por pensar en ello.  Es sólo un chico , se repite, no es un hombre aún , pero la halaga y le excita la idea, la situación. "Yo me enamoraría de u
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Giovanny murió solo en su habitación.  No sé qué habrá pensado en su último segundo, si le dolió, si se fue tranquilo.  Sólo sé que ya no está y que su ausencia vino a recordarnos lo efímeros que somos. Removió millones de recuerdos llenos de sonidos, rostros, miradas jóvenes, sueños perdidos, movimientos, trucos de patineta y muchos amigos. Pocos volvimos a verlo, pocos pudimos reencontrarnos con sus recuerdos...pensé, como siempre equivocada, que habría tiempo, que tal vez más adelante habría oportunidad para volver a verlo y decirle lo que se quedó pendiente, sobre todo, leerle lo que se quedó pendiente.  Pero su partida cientos de fotografías con su sonrisa llena de ternura, fotografías que nos recuerdan lo talentoso que fue... nos unió en un momento lleno de incertidumbre para devolvernos de tajo un montón nostalgia y en la melancolía encontrar la felicidad de los años ´90, de la inocencia de una Tijuana que ya no existe.  De un local abandonado, de patinetas que se rompían, de
En el ejercicio de crecer me olvidé de ser. Ser letras, ser palabras, convertirme en texto. Leo más poesía y menos novelas, pero me he olvidado de escribir en las paredes. Retomarlo. Retomar(té). R con r cigarro, r con r recordar, r con r reescribir(té).

worthless

No me gustan los comentarios anónimos. Me gustan de frente pero tal vez hay cosas que nos da miedo admitir de frente. No lo sé. El pasado me ha golpeado con imágenes que no creí posibles; y descubrí en unos labios carnosos la similitud de la genética y de la conciencia guardada. Guardo muchas imágenes que saltan cuando pequeños detalles me las recuerdan. Labios carnosos. Hombros redondos. Ojos pequeños. Así como el aroma de mi abuela que a veces me llega como un regalo del viento, las texturas y los brillos me recuerdan lo que éramos hace 20, 18, 13 años. He cambiado pero en el fondo soy la misma soñadora que escribe en libretitas y sueña. Ojalá habláramos más libres y dijéramos tanto. Sin caretas ni apariencias. Los totales no existen, tal vez por eso guardamos tantas reminiscencias, para recordarnos lo que fuimos, lo que vivimos y vivir en la incertidumbre de lo que no dijimos. Tal vez sólo son alimento para creer que valió la pena.
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Tenía miedo de volver a verte, de cómo iba a encontrarte, cómo iba a encontrarnos esta vida misma después de tantos años. Tenía miedo de encontrar tu mirada dulce perdida, que fuera un fugaz recuerdo envuelto en nada. Tenía miedo de volver a ver tus ojos miel y no poder verme, encontrarme, por un instante, en ellos. Sin embargo, no fue así. Sigues siendo tú. Distinto y desgastado y arruinado pero sigues siendo tú. Lleno de dulzura y hasta vanidad, inocente y atrevido. Y tu mirada no ha perdido ni su brillo ni esa inocente dulzura que la caracterizaba, como la recordaba. Tenía miedo de volver a verte, de cómo iba a encontrarte y cómo iba a encontrarnos esta vida misma que nos pasó por encima. Miedo de aceptar que me siento culpable, que de haber sido más osada, si me hubiese atrevido a robarte un beso o dos o un millón tu desenlace hubiera sido otro. Sí, tu desenlace porque ahora sabemos cuál ha sido el final de tu triste y desolada historia. Miedo de aceptar que siempre he q