Giovanny murió solo en su habitación. No sé qué habrá pensado en su último segundo, si le dolió, si se fue tranquilo. Sólo sé que ya no está y que su ausencia vino a recordarnos lo efímeros que somos. Removió millones de recuerdos llenos de sonidos, rostros, miradas jóvenes, sueños perdidos, movimientos, trucos de patineta y muchos amigos. Pocos volvimos a verlo, pocos pudimos reencontrarnos con sus recuerdos...pensé, como siempre equivocada, que habría tiempo, que tal vez más adelante habría oportunidad para volver a verlo y decirle lo que se quedó pendiente, sobre todo, leerle lo que se quedó pendiente. Pero su partida cientos de fotografías con su sonrisa llena de ternura, fotografías que nos recuerdan lo talentoso que fue... nos unió en un momento lleno de incertidumbre para devolvernos de tajo un montón nostalgia y en la melancolía encontrar la felicidad de los años ´90, de la inocencia de una Tijuana que ya no existe. De un local abandonado, de patinetas ...
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