Y pierde la fe.
La fe en la justicia, en las promesas y en todas las cosas que le dijeron.
Y pierde la fe en la fe misma.
Y abraza la realidad de color ocre que le pintan a diario los días
los hechos, los sueños que se arrancan.
Y pierde la fe,
en las cosas justas, en lo que debe de ser.
Y pierde la fe en la fe misma.
Para darse cuenta que nada es como lo contaron.
Que nada es como lo soño.
Que difícil es vivir a veces.


Sin puertas, sin puertas por donde salir.
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