Ya no, ya no quiero saber de ti, nada. Ya no me alegro, me hace daño. Ya no quiero saber nada de ti, si estás bien o no, si sales con alguien, nada.
Te agradeceré que dejes de buscarme, de preguntar a veces por mí, de poner cara de tristeza cuando encuentras a mis amigas.
No quiero más tu falso dolor, tu falso olvido. Porque me dejaste sola cuando más te necesité. Y tal vez ya estaba sola. Tal vez desde hace mucho estuve sola, sólo me aferraba a creer que estabas conmigo. Pero ya me habías dejado sola. Es verdad.
Sólo tuviste el valor de despedirme como a una secretaria ineficiente... y dejarme partir para luego hacerte la víctima de tu historia y yo la eterna villana.
Véndele tu novela a alguien mas que yo ya no te la compro. Ya me cansé de sentirme culpable por haberte amado, por haber echado a perder lo nuestro. Ya me cansé de pensar que no hice todo lo que pude para retenerte. Pero lo hice todo. Lo hice todo, porque sacrifiqué todo lo que soy por ti. Y luego, luego la neta es que me quedé vacía. Y no, no como cliché de rompimiento típico. No, me quedé literalmente vacía y salí por la puerta grande sin reprocharte nada, esperando tan sólo un poco de consideración pero no la tuve de tu parte. Nada.
Ahora paseate por la calle con quien desees, pero no digas que me amas y te equivocaste, porque no te creo. Porque aquél, con el que viví casi 7 años, aquél no es este que ahora se pasea por la ciudad con gente que antes criticaba. No, a éste no lo conozco y ni quiero conocerlo. Me duele, en el fondo me duele muchísimo pero te di todo lo que tuve, mi ser, mi carrera, mi devoción y me quedé sin nada, sin nada que ahora me salve de mi misma pero si sigo pensando en ti, me hundiré más profundo en este vacío lleno de nada, de ausencia.
Por eso no quiero saber ya de ti y tal vez un día aprenda sentirme mejor, y tal vez te encuentre pronto por la calle del brazo de alguien más y los recuerdos se me caigan y se vaya al carajo la historia que he querido esté intacta y sienta que nada valió la pena entre tú y yo, pero por ahora quiero que quede así, no quiero odiarte y despertar todos los días con la sensación de que eres otro, eres un ser tan distinto y tan vil que no quiero ver a los ojos.

No puedo irme ahora pero en cuanto lo logre, me iré, para no verte entre las calles, para encontrarme en otro espejo donde las ojeras no sean del insomnio que me has provocado, porque lo has hecho tú.
Esta vez no te defenderé, pero ya no soy yo la culpable. Me culpé estos meses, suficientes para no dormir. Pero no fui yo, no te hice nada malo, traté, hasta el último instante de que no fuera cierto, pero me viste partir ahora no te hagas la víctima.

Tú fuiste el que dijo "ya no te amo" ahora no te arrepientas. Y si no quieres llegar a tu casa... yo... sólo puedo decirte:

Enfréntalo, como yo, todos los días frente al espejo dilo, SE ACABO. Y en tu caso, dí: Yo puse fin a lo "nuestro" que ahora creo sólo fue mío un tiempo y nunca nuestro.

Nunca nuestro.
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